Hoy en día, la moda es estar saludable, pero muchas veces confundimos el estar saludable con comer de todo y a todas horas, como simbolismo a estar bien con uno mismo. Por ello les hablaremos de nuestro método IMPACTA y cómo le hacemos para que tu estés verdaderamente saludable.
En la antigüedad los griegos cuidaban su línea y hacían mucho deporte, de ahí el nacimiento de las Olimpiadas, Hipócrates decía que “en caso de sobrepeso, tu alimentación es tu primer medicina” no estaba tan equivocado, pero recomendaba solo hacer una comida al día consumiendo alimentos muy grasosos y con mucha grasa en la preparación.
Con los Romanos en el Siglo II y por lo menos 400 años más, ser gordo era sinónimo de perezoso e inactivo y sus consejos o dietas para bajar de peso era dormir menos, aumentar las actividades como hacer ejercicio, tomar el sol, darse baños de agua caliente, masajes, seguir comiendo una sola vez, pero ya sin grasa y de preferencia comer pescado, verduras y al término tomar laxantes.
Siglo VI en Egipto, los médicos recomendaban algo muy exigente, el vomitar después de cada comida, apareciendo la anorexia, de manera que su cuerpo no asimilara las grasas, por lo que fue la época más drástica y poco funcional con las dietas.
Hablemos de la Edad Media (Siglo XI), para combatir la Obesidad los médicos recetaban consumir enormes cantidades de alimento poco nutritivos, para “disque engañar al cuerpo” seguir consumiendo laxantes, hacer mucho ejercicio y tomar baños con agua caliente antes de comer, y si caían en GULA por supuesto se iban al infierno, pero no tuvo éxito a pesar de estar en pecado.
México, en el Siglo XVI en y justo en la época de la Conquista, aparte de que los españoles arrasaron con los pueblos, valles, pobladores y también con la comida, y con sus mezcolanzas eliminaron alimentos prehispánicos e introdujeron alimentos ya procesados con lo que se desfasó significativamente el equilibrio nutricional; trayendo enfermedades crónico-degenerativas que hasta ahora son los principales factores de muerte en el país.
Entonces en Europa, Siglo XVIII , lo que se recomendaba era comer jabón ya que lo consideraban un diurético y solvente de sustancias grasas, esto trajo evidentemente una población intoxicada y con daños en el conducto hacía el estómago.
Para el Siglo XIX ya empezaron a tomarse en cuenta y tuvo mayor importancia el contar las calorías, pero sin un método científico, a las mujeres les decían que usarán corsé, a los hombres les evitaban el consumo de agua, que comieran mayor cantidad de carne, papas, pan, y evitar a toda costa las frutas secas y verduras, por lo que esta dieta era ineficaz desde el primer momento.
Y Siglo XX los criterios de belleza se basaban en ser delgados a toda costa, por lo que hubo un boom en las dietas y de todo tipo de ellas, pero los llevaba al fracaso porque sólo eran esporádicas o de cierto tiempo, es decir, si podían bajar de peso pero después venía el rebote y es que la restricción de alimentos es desde un principio cero harinas, cero embutidos, cero alimentos altos en azúcar, casi todo líquido como jugos y con mezcla de frutas con lo que por supuesto no tenían éxito.
De ahí que nuestro Método IMPACTA y con nuestro Médico Internista y Fundador de CETOMED (Centro de Tratamiento para la Obesidad, Metabolismo y Diabetes), IMPLEMENTÓ UN PATRÓN CORRECTO DE ALIMENTACIÓN con ayuda de la Dieta Cetogenica, es decir las cetonas se producen en el hígado a partir de la grasa. Después, se utilizan como energía por todo el cuerpo, todo tu cuerpo cambia, su provisión de energía para funcionar es casi exclusivamente con grasa. Los niveles de insulina se reducen y la quema de grasa aumenta drásticamente. Se vuelve fácil acceder a tus depósitos de grasa corporal para quemarlos, por lo que no hay riesgo de rebote y se mejoran tus hábitos alimenticios.
En CETOMED llevamos más de 8 años con el Método IMPACTA y más de 2 mil pacientes sin enfermedad, te invitamos a seguirnos en redes sociales para más información.